El sábado 4 de septiembre de 1909, la llegada del doctor Zamenhof a Barcelona para participar en el V Congreso Internacional de Esperanto despertó una gran expectación en la ciudad. Sólo habían pasado tres días de la detención en Alella del pedagogo anarquista y creador de la Escuela Moderna Ferrer Guardia. Ferrer fue acusado sin ninguna prueba de haber sido el instigador de los sucesos de la reciente Semana Trágica y sería fusilado el 13 de octubre.
Con ese trágico trasfondo se celebró en Barcelona el congreso esperantista. La mayoría de los actos se celebraron en el palacio de Bellas Artes, así como en el paraninfo de la Universidad de Barcelona. Fuera de los centros neurálgicos del Congreso también hay que destacar la representación en el Teatro Romea de Mistero de Doloro, la adaptación al esperanto de Pujulà i Vallès de la obra de Adrià Gual.
También el deporte estuvo presente en el Congreso, con la celebración de un torneo de fútbol en cuya final el Catalonia se impuso al Europa con una «monumental» actuación de Colet.
El 10 de septiembre, en el parque de la Ciutadella, al que la prensa barcelonesa de la época se refería únicamente como «el Parque» se celebró una carrera de motos.
A continuación, llegó el turno de los coches, o mejor dicho del coche:
Mientras se ponían los dorsales á los ciclistas, nuestro querido amigo Sr. Salazar, que asistía a la fiesta en representación de “La Hispano Suiza”, ofreció efectuar, fuera de programa, una vuelta de pista en cochecito Hispano 12HP, lo cual fue aceptado con agrado por el Jurado.
El Mundo Deportivo, 16-9-1909. p. 1
Salida de la Copa Esperanto, 10-9-1909 (ONB)
En una de las fotos que se conservan del congreso aparecen siete ciclistas (Quirante, Borrás, Alric, Barnola, Magdalena, Miró y Sum) a punto de tomar la salida en el parque de la Ciutadella. Se trata de la carrera que se celebró a las cuatro y media de la tarde del mismo día 10 de septiembre. Pero ¿qué clase de carrera era? Según aclaraba el reglamento, publicado por El Mundo Deportivo el 26 de agosto, se trataba de una carrera de 50 kilómetros con entrenadores en motocicleta, una modalidad que muchos años más tarde gozaría de gran aceptación en los velódromos y en la cual el mallorquín Guillermo Timoner fue seis veces campeón del mundo entre 1955 y 1965.
Guillermo Timoner con el maillot arco iris de campeón del mundo tras su entrenador Van Ingelgem
Los entrenadores no aparecen en la imagen de 1909 porque estaban situados más adelante.
A la señal de Arteman, parten todos de la meta en busca de sus entrenadores, colocados algunos metros más adelante, originándose a su encuentro alguna confusión por estar varios de ellos desprevenidos; no obstante, no se produce ningún incidente y después del viraje cada cual se pega á su respectivo entrenador.
El Mundo Deportivo, 16-9-1909, p. 1.
M. F. Creus, redactor de ciclismo de El Mundo Deportivo, ofrece un detallado relato de la carrera en la que se impuso «Magdalena, el pequeño crack de los ciclos Montpeó» quien demostró que estaba hecho «de la madera de los campeones». José Magdalena se llevó la victoria «en buena lid, mereciendo por ello una entusiasta ovación y las sentidas frases de elogio que el Dr. Zamenhof le prodigó al hacerle entrega de la hermosa Copa, que constituía el premio de la carrera». Magdalena se llevó además 100 pesetas por su victoria (el diario, por ejemplo, costaba entonces 10 céntimos).
Al año siguiente, Magdalena se coronó campeón de España en ruta. En 1911 fue segundo en la primera edición de la Volta a Catalunya, una de las rondas por etapas con más solera del calendario internacional y en la cual se llevaría el triunfo en 1912.
José Magdalena en un cromo de Chocolate Amatller
* El episodio de la Copa Esperanto, forma parte de un artículo más extenso sobre el V Congreso Internacional de Esperanto que puede leerse aquí.