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8-1-2023

Un ramo de flores en el castillo (1931)

La Escalada a Montjuic ponía tradicionalmente punto final a la temporada internacional. En su libro Escalada a Montjuïc 1965-2007: l'ascens de la ciutat, Rafael Vallbona recoge la historia de una prueba que cuenta con un palmarés envidiable. Pese a que en los últimos tiempos las grandes figuras llegaban con más ganas de vacaciones que de enfrentarse a las duras rampas que conducen al castillo, ciclistas legendarios como Bahamontes, Motta, Poulidor o Zoetemelk se llevaron una prueba que tradicionalmente constaba de dos sectores, un primer sector en un circuito en línea y una contrarreloj.(1) Y, como ocurre con toda clásica que se precie, el récord de victorias corresponde a Eddy Merckx, que participó seis veces en Montjuic y se llevó otros tantos triunfos.

Eddy Merckx, seis veces ganador de la Escalada a Montjuic

Eddy Merckx se impuso en Montjuic en seis ocasiones. Caricatura de García Llorente

La Escalada, que organizaba el Deporte Ciclista Barcelona, era una gran fiesta del ciclismo con pruebas para todas las categorías antes de la salida de los profesionales. Ya en este siglo, con menos presencia extranjera, corredores como Joseba Beloki, Purito Rodríguez o Samuel Sánchez fueron protagonistas. El último vencedor fue Dani Moreno en 2007.(2)

Para entonces, la montaña ya había acogido dos apasionantes campeonatos del mundo en ruta, el de 1973 con victoria de Felice Gimondi (3) y el de 1984 con el sorprendente triunfo de Claude Criquelion.

Sin embargo, la Escalada tuvo dos precedentes a escala mucho más local, uno casi anecdótico y el otro apenas conocido. El Sport Ciclista Català, fundado en 1912 y decano de los clubes catalanes que siguen en activo, organizó el 27 de diciembre de 1914 una carrera al castillo de Montjuic. Un artículo de El Mundo Deportivo destacaba que ninguno de los participantes tuvo que poner pie a tierra pese a la dureza de las rampas finales. El ganador fue Teodoro Soum, un ciclista acostumbrado a imponerse en los velódromos, que había sido campeón de España de velocidad y que más tarde presidiría la Federación Catalana de Ciclismo (1947-1953).

<em>El Mundo Deportivo</em> (28-12-1914), p. 2

El Mundo Deportivo (28-12-1914), p. 2



La Mont Faron catalana

En 1931, recién instalada la Segunda República, la Agrupación Ciclista Montjuich (entonces escrito con h final) decidió organizar una «carrera en cuesta». El recorrido era de sólo un kilómetro y medio, pero de una ascensión cada vez más exigente desde Can Tunis hasta el castillo.

En años posteriores, la salida se dio en grupos de tres corredores y la carrera se fue afianzando hasta ser conocida como la Mont Faron catalana. Era sin duda una comparación osada, pues la prueba francesa tenía carácter internacional y contaba en su palmarés con corredores como Charles Pélissier, René Vietto o el tricampeón del mundo y pentacampeón del Giro Alfredo Binda.

Y si Binda logró su quinta corona en el Giro en 1933, en esa misma edición Isidro Figueras fue el primer ciclista español en terminar la corsa rosa. Su victoria en el Trofeo Masferrer de 1934 lo situó en la elite local. Figueras, que corría en la sección ciclista del Futbol Club Barcelona,(4) acababa de disputar una prueba de 24 horas en Casablanca cuando envió un telegrama en el que decía: «Inscríbanme carrera en Cuesta Montjuich. Llegaré Barcelona viernes.– Figueras». Y Figueras no defraudó. El viernes se presentó en Montjuic para reconocer el circuito, pero no llegó al castillo. Una elección de desarrollo demasiado optimista lo hizo quedarse clavado en la curva de Maricel Park (el parque de atracciones que existió en la montaña entre 1930 y 1936). El domingo, las cosas fueron distintas y Figueras subió en un tiempo récord de 5 minutos y 51 segundos, con casi medio minuto de ventaja sobre el segundo.

Carrera en cuesta a Montjuich, 1935 Carrera en cuesta a Montjuich, 1935

Carrera en cuesta a Montjuich, 1935. Fotos: Carlos Pérez de Rozas

Ese 13 de mayo fue un día grande para el deporte en la montaña barcelonesa. Si el público vibró con los ciclistas por la mañana, el gran acontecimiento fue el combate de boxeo entre el vasco Paulino Uzcudun y el alemán Max Schmeling. Cinco años antes, Schmeling había ganado a los puntos al Toro Vasco nada menos que en el Madison Square Garden de Nueva York ante 40.000 espectadores. Pese a la derrota, Uzcudun, que salía de una lesión en el codo, se embolsó entonces la increíble cifra de cien mil dólares. Treinta mil espectadores se dieron cita en el estadio de Montjuic para presenciar la gran revancha, que terminó en combate nulo.

Iniciada la guerra, algunos de los protagonistas en la cuesta de Montjuic siguieron pedaleando. Es el caso del primer ganador. Joan Salarich disputó en 1937 la carrera Frente de Aragón-Barcelona, llamada Pedal Antifascista y organizada por el diario El Diluvio con la colaboración del Comissariat de Propaganda de la Generalitat. Las fotos de Josep Brangulí retratan una carrera masivamente seguida por el público. Salarich, que meses antes había ganado el Campeonato de España de Cross Ciclopedestre (ciclocrós) con final también en Montjuic, se impuso con claridad en la primera etapa.

Joan Salarich, ganador de la primera etapa del Pedal Antifascista

Joan Salarich, ganador de la primera etapa del Pedal Antifascista. Foto: J. Brangulí



Un ramo de flores con lazos tricolores y cuatribarrados

Pero volvamos a la primera edición, la de ese 5 de julio de 1931. El Mundo Deportivo menciona al final de su artículo que cuatro presos regalaron «un precioso ramo de flores con cintas de los colores españoles y catalanes al vencedor de la prueba». Los corredores abrieron una suscripción destinada a los reclusos. El artículo de La Vanguardia proporciona más detalles de los cuatro presos, como el segundo apellido de tres de ellos, lo que permite indagar cuál fue su destino. Uno, Joaquín Caballer Landa, aparece en otra nota de La Vanguardia de cinco años antes. Dice así:

Ignorándose el paradero del mozo Joaquín Caballer Landa, del reemplazo 1925, que habitaba en la calle de la Diputación, 80, bajos, se le cita y requiere por el presente para que el día 8 del actual, a las ocho de la mañana se presente ante la sección de Reclutamiento del distrito VII de esta ciudad.

La Vanguardia (6-3-1926), p. 9

Caballer llevaba más de un año en paradero desconocido. Seguía una larga lista de mozos que no se habían presentado a la llamada de talla, reconocimiento y clasificación del «reemplazo actual» (es decir, el de 1926). El artículo advertía a todos ellos que, de no comparecer, serían declarados prófugos. Esa condición de prófugo podría haber llevado a Caballer a prisión, pero al parecer tuvo otros problemas con la justicia. Curiosamente, un artículo del madrileño diario Ahora (12-5-1936, p. 14) relata que Caballé/Caballer (apodado «el Chimo») fue juzgado por escándalo y resistencia a la fuerza pública en el barrio chino. En el proceso, el acusado «recordó hechos de su vida, y cómo fue engañado con un encargo de que llevase a determinado lugar un paquete, que resultó ser una bomba, y por cuyo hecho cumplió condena».(5) Apenas un mes después de ese incidente por el que no ingresó en prisión estalló la guerra civil.

Caballé falleció en el frente de Huesca. Así lo atestigua una ficha del Centro Documental de la Memoria Histórica.

Centro Documental de la Memoria Histórica, fichero 8, C0000369

Centro Documental de la Memoria Histórica, fichero 8, C0000369

Más terrible si cabe fue la historia de otro de los presos que recibieron a los ciclistas. Vicente Miñana Carrasco, después de cumplir condena en el castillo de Montjuic bajo el gobierno de la República, terminó siendo condenado a muerte por el régimen franquista en un juicio «sumarísimo de urgencia» por «adhesión a la rebelión».(6) La sentencia se dictó el 9 de octubre de 1941 en Barbastro.

El artículo de 1931 de La Vanguardia, cómo no, destacaba el magnífico trato de que gozaban los presos:

[P]úsose de manifiesto el régimen de benevolencia y consideración humana a que están sometidos, así como una meticulosa higiene que se adivinaba en ellos mismos. Fue un momento de emoción que hizo saltar lágrimas a los reclusos, quienes al despedirse de nosotros nos rogaron intercediésemos por el máximo acortamiento de su reclusión, que –repitieron– se les hace menos dura por la protección verdaderamente paternal del comandante José López Amor, quien sabe hermanar el régimen de la reclusión con todas las bondades para hacer más llevadera la desgraciada situación de esos hombres a quienes por extravíos lamentables la sociedad ha de aislar de los demás ciudadanos.

La Vanguardia (7-7-1931), p. 16

El comandante López Amor se unió al alzamiento del 18 de julio de 1936 en Barcelona. Fue el primer jefe sublevado que salió a la calle. Sus tropas llegaron a la plaza de Cataluña y ocuparon el edificio de Telefónica. En los combates que siguieron, López Amor se rindió y fue conducido al barco-prisión Uruguay, atracado en el puerto de Barcelona. El 23 de agosto lo condenaron a muerte en un juicio sumarísimo. Fue fusilado en el foso de Santa Elena de «su» castillo de Montjuic el día 26 de agosto de 1936, cinco años después de la gran fiesta ciclista que coronó a Joan Salarich.



Notas

(1) A lo largo de los años hubo otras modalidades. La primera edición, ganada por Bahamontes, se limitó a una contrarreloj de 3,6 km. En 1975, por ejemplo, se celebró también una contrarreloj por parejas. Merckx y Van Impe se impusieron a Thevenet y Zoetemelk.

(2) En su última edición, la Escalada fue una prueba no oficial. La UCI la excluyó del calendario por incumplimiento de su normativa sobre circuitos continentales.

(3) El español Luis Ocaña y el belga Freddy Maertens completaron un podio de lujo. Contra todo pronóstico, el gran día, Eddy Merckx no pudo imponerse en Montjuic.

(4) El Barça fundó su sección de ciclismo en 1927. Contó con grandes figuras del ciclismo español como Cañardo, Berrendero, Delio Rodríguez o Fermín Trueba. La sección desapareció en 1943. Tuvo un fugaz renacimiento como sección amateur entre los años 2003 y 2007 con Melcior Maurí en la dirección deportiva.

(5) Otro breve en La Veu de Catalunya (15-3-1928, p. 6) permite situar la fecha de encarcelamiento de Caballer (citado como Joaquim Caballé Landa) por el episodio de la bomba en marzo de 1928.

(6) El expediente se encuentra en el archivo DARA (Documentos y Archivos de Aragón) con la referencia ES/AJTZ - 2073/8. Fue fusilado el 26 de agosto de 1942.



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